Por: Víctor Pastor
Álvaro Vanegas habla de los secretos del accesorio para cámaras DSLR que permite compartir fotos con Instagram, Facebook o Google Drive con un solo click
Álvaro Antonio Vanegas, desarrollador de aplicaciones móviles y devoto de la electrónica confeso, es uno de los fundadores de Lumera Labs y la persona que puede vanagloriarse de haber sido el primero del equipo al que se le encendió la bombilla. Una bombilla con nombre propio (Lumera) que nació en un viaje a Ecuador y se desarrolló en el hackerspace HackBo de Bogotá (Colombia) junto a Andrés Calderón y Camilo Soto. Para entonces, el trío en cuestión ya llevaba cerca de dos años trabajando en proyectos de tecnología libre para ser lanzados en plataformas de crowdfunding. Lumera Labs se cerró con la incorporación de Olga Noguera y Stephanie Gómez que aportaron el conocimiento del mundo audiovisual a tanto entendido en hardware y software a un proyecto que ya es una realidad y que su precursor desmonta, en exclusiva, para Malavida.
Hemos leído que Lumera es un transmisor inalámbrico de archivos; un accesorio que convierte, en inteligente, tu cámara; un dispositivo que elimina las limitaciones de las cámaras de fotos… ¿Con qué nos quedamos para hablar con propiedad?
Pues todas estas ideas son válidas y son las que conforman, en sí, Lumera. Si la pregunta es cuál la define mejor, es una difícil porque no queremos coartar o limitar la idea -y esto es algo aprendido a lo largo de la campaña- dado que la mayoría de personas se queda con lo primero que lee y compara con algo que ya existe. Si miran todo el contexto, se dan cuenta de que es un producto diferente que abarca varias funcionalidades y, sobretodo, experiencias. En cualquier caso, la que más me gusta es la de volver inteligente a tu cámara porque es un computador al lado de ella con un ecosistema abierto, tanto en software como en hardware, que dará más funcionalidades en un futuro a las inicialmente planteadas y es que todo emprendimiento de código abierto conlleva comunidades de programadores y hackers que ayudan a que el dispositivo crezca.
Desde Lumera Labs, aseguráis que Lumera es «el primer dispositivo que permite compartir fotos desde la cámara con un solo click». Pienso en cámaras con Wi-Fi integrado que tienen, además, una aplicación propia desde la que controlar la cámara así como en las tarjetas SD con Wi-Fi que, junto a un smartphone, ofrecen direct share y aparecieron hace tiempo…
Nosotros, a lo largo del desarrollo de esta idea, nos hemos asesorado por fotógrafos y personas que, de alguna forma u otra, se habían acercado a este tipo de tecnologías y, sin duda, nos dimos cuenta que Lumera tiene un norte diferente. Por ejemplo, algunos dispositivos oficiales dan conectividad a la cámara vía Wi-Fi pero consumen la batería interna de la cámara y esto genera molestias. Otro ejemplo: algunos programas oficiales sólo contemplan transmitir las fotos al celular directamente pero no integran las funciones en el menú o display propio de la cámara obligando a sacar el celular para poder compartir o procesar las fotos. En otros casos, son sólo soluciones de conectividad pero no de geolocalización independiente, de control remoto de la cámara o que den remedios de previsualización en tiempo real de lo que está mirando la cámara.
Aparte de ser o no pioneros en la «inteligencia artificial» de las réflex, ¿qué aporta de más Lumera que supere tándems como los de cámara Wi-Fi + aplicación o tarjeta de memoria Wi-Fi + smartphone o, incluso, el adaptador USB OTG + smartphone?
Algo simple que vimos que no tenían los demás dispositivos fue el concepto de los botones contextuales y ofrecer una segunda pantalla para lograr ejecutar funciones «en caliente» o en el camino o en el día a día del fotógrafo sin tener que acceder a la aplicación móvil en sí o sacar más cables para complementar, por ejemplo, con un GPS externo o darle conectividad. Otro aspecto importante es nuestra arquitectura y filosofía abierta que mitiga protocolos y aspectos cerrados que algunos fabricantes imponen. Así, Lumera ayudará a crear nuevas funciones, filtros e, incluso, adaptadores o complementos para mejorar la experiencia del usuario. Otras características importantes son: GPS interno, GPS vía celular, un segundo USB para conectar, por ejemplo, una memoria USB externa o disco duro, conectividad BT4 para bajo consumo de energía y fácil unión y configuración de parámetros desde el móvil además de un tornillo opcional para fijar Lumera en la base de la cámara.
Sigamos con el escepticismo. ¿Puede, Lumera, perder parte de su sentido debido a los protocolos de compresión de imágenes que tienen las redes sociales y que pueden dejar en paños menores a las fotografías de cámara réflex que subamos, precisamente, para tener un plus de calidad que no nos da la cámara del móvil?
Sin duda, es un problema que puede existir, pero dado que el usuario puede configurar otros servicios sin pérdida como Dropbox, Flickr o nubes como Amazon o Google Drive, nosotros podremos, en nuestro norte de desarrollo, integrarnos con estos servicios o los mismos desarrolladores gracias a nuestra arquitectura abierta y, así, dar una experiencia de almacenamiento o como lo llaman los fotógrafos «un sentido mas profesional» dado que preservarían su calidad y retomarían ellos su papel de decidir el resultado final de sus fotos. En resumen, Lumera puede trabajar con sistemas de almacenamiento sin pérdidas y una pregunta que muchos hacen: puede transmitir en formatos tipo RAW.
Habláis de un doble objetivo: Lumera busca convertir las cámaras en dispositivos inteligentes y Lumera Labs pretende construir un ecosistema cámara – smartphone abriendo la veda a desarrolladores con hardware abierto, software libre… Acostumbrados a hermetismo y cerrojazo, ¿a qué se debe tanta «apertura»?
Nuestro hackerspace se conformó, inicialmente, por miembros fundadores de los inicios del software libre en Colombia. Con mis amigos y miembros de HackBo, en algún momento, entendimos la necesidad de unirnos y preservar la libre cultura y luchar por la transmisión del conocimiento a las personas que son ajenas a estas tecnologías o que no ven la importancia de acceder a ellas dado que, cada vez, vemos el mundo más controlado por intereses privados. Por ello, tenemos un fuerte componente de tratar de «liberar» nuestros gadgets, tecnologías y nuestros propios desarrollos para que así las personas pueden afrontar de una mejor forma este hecho. Lumera no es la excepción y nos sentimos muy felices de que, en algún momento, esto pueda servir a estos propósitos.
A pesar de esas puertas abiertas de par en par que invita a pensar en Lumera como algo casi universal, es compatible con Canon y Nikon como referentes fotográficos; con Instagram, Facebook, Flickr, Pinterest, Twitter y Tumblr en lo social y con Dropbox y Google Drive si hablamos de nubes. Importante selección pero notamos ausencias. ¿Motivos tecnológicos, económicos, enemistades, estrategia…?
A nivel de cámaras, no es nuestra culpa. Hay fabricantes que restringen el acceso a la cámara y Lumera depende de este acceso. Si un fabricante cierra el acceso, por ejemplo, al LiveView, a nosotros sólo nos quedan procesos de ingeniería inversa para poderlo mitigar y se convierte en una limitante inicial de tiempo que nos obliga a omitir los modelos. Obviamente, existe la posibilidad que entren hackers o desarrolladores de comunidades de cámaras cerradas que puedan unirse a Lumera para “homologar” dichas cámaras en un futuro cercano. En resumen, nosotros soportamos las que tienen protocolos abiertos o de fácil acceso. A nivel de nubes y servicios, sucede algo similar: si alguna nube no exhibe una API abierta, por ejemplo, para subir o publicar fotos, simplemente tenemos que esperar a que den acceso. Es por eso que no todas las listamos pero, a veces, son temas de tiempo y de desarrollo en un futuro.
¿Encontraríamos un tercer objetivo heroico, casi humanitario para con los usuarios de DSLR que se han dejado más de un sueldo en sus cámaras y que, constantemente, se ven obligados a comprar nuevos modelos con novedades casi imperativas o es un «beneficio colateral» de Lumera?
Nunca lo había pensado así pero, sin duda, sí hemos visto que, por ejemplo, la funcionalidad de Wi-Fi o GPS, empieza en cámaras de más alta gama y que, en algunos casos, no es del gusto del fotógrafo. Lumera aspira a ser un complemento en ese sentido, un gadget que le da todas estas funcionalidades sin tener que comprar un modelo de cámara especifico y, así, rescatar ciertas DSLRs olvidadas.
Lumera ofrece direct share, geolocalización, control remoto de la cámara… ¿Qué hay del mirroring en televisiones que pusieron de moda dispositivos como Apple TV y Chromcast de Google? ¿También es posible?
Sin duda, es viable. Nuestros prototipos logran LiveView en el desktop y, obviamente, en los celulares pero los desarrolladores o nosotros mismos podríamos generar complementos a estas opciones que nombras, plugins a los navegadores, etc. Es un sinfín de posibilidades que se logra en los mundos del código abierto. Por ejemplo, se podría usar las DSLR como cámara IP para seguridad.
Vemos muchas bondades y ventajas en el accesorio pero, revisando los foros, encontramos usuarios que hablan de asuntos mejorables en Lumera como puede ser convertir el dispositivo en empuñadura y evitar llevar un elemento más que incrementa el peso, acortar el cable para evitar posibles tirones involuntarios… Haciendo un ejercicio de autocrítica, ¿falta o falla algo? ¿Hay margen de mejora?
Lo bonito del crowdfunding es que se construye o mejora el dispositivo final con las opiniones de los usuarios, tanto en la campaña como, si se logra, en las fases de diseño y producción. Ya son muchos los ejemplos de estos proyectos cuyo resultado final es diferente y mejorado al inicial de los fundadores o personas que tuvieron la idea. Estamos abiertos a estas críticas y mejoras para lograr pulir defectos. Por ejemplo, en una de nuestras actualizaciones anexamos un accesorio simple, un hot shoe (zapata) para lograr poner lumera en la parte superior de la cámara y la caja actual va a ser diferente a la final: más delgada, con un diseño más moderno…
Lo que más misterio genera parece ser la aplicación que será el cerebro de Lumera y su interfaz gráfica con ese cartel de «coming soon» tanto en Play Store como en App Store. Sólo sabemos que será compatible con Android e iOS. ¿Qué nos podéis anticipar respecto a lo que ofrecerá, a la fecha de lanzamiento…?
Inicialmente, lo básico pero con la promesa de crecer. Entre los aspectos contemplados, ofrecerá LiveView, parámetros de la cámara como apertura o velocidad, funciones de timelapse, bracketing y el acceso a los servicios que el usuario contemple. Se entregará un SDK (kit de desarrollo de software) y una arquitectura que logre hacer crecer la app por medio de terceros o desarrolladores y la posibilidad de generar complementos o plugins al diseño inicial.
En referencia al proceso de financiación de Lumera, ¿por qué moverse de vuestra Colombia natal hasta Canadá de la mano de Kickstarter para lanzar vuestro proyecto? Cerca, cerca no os pilla…
Es un tema más bien de Kickstarter. Aunque nosotros podríamos haber salido en otra plataforma, quisimos aparecer en ella por el éxito que han tenido a nivel de diseño de producto y, desafortunadamente, Kickstarter no contempla a Colombia como posibilidad así que decidimos hacerlo por medio de un ciudadano canadiense amigo.
Números aparte, Lumera es casi una realidad en lo que a mercado se refiere. ¿Os aventuráis con alguna meta a largo plazo?
Sin duda. Si el producto sale al mercado, empezaríamos con el desarrollo de funcionalidades faltantes y, en especial, lo que sería valores diferenciadores en la nube, es decir, servicios unidos a Lumera que ayuden a la experiencia del fotógrafo como servicios de almacenamiento propios, herramientas de publicación, procesamiento en la nube, etc. Otro aspecto es generar productos complementarios o afines a Lumera.
Se habla de marzo, de mayo de 2015… Se especula sobre si serán 125, 140, 170 dólares el precio final de Lumera… ¿Podemos decir una fecha y un precio fijos?
El cronograma actual, que se encuentra en la página, derivó de un estudio a nivel de todas la etapas de desarrollo, producción y certificación del producto. Hay riesgos y etapas mejorables que puede que demoren el proceso pero pensamos que esa es una fecha bastante aproximada contando estas variables. En referencia al precio, el estimado contando con la producción mínima es de 170 USD (unos 140 €) aproximadamente pero es posible que el valor cambie por los procesos de manufactura.
Saliendo un poco de Lumera y para acabar, un grupo de expertos como vosotros, ¿qué valoración haría de la situación actual del mundo del software?
Hay esperanzas. A veces, grandes multinacionales controlan algunos aspectos de la creación de software pero, sin duda, las comunidades alrededor de los desarrollos son las que realmente mueven el balón. A nivel personal, me especializo en tecnologías móviles, en concreto Android, y hay un sabor agridulce en todo esto. Por ejemplo, un grande como Google apostó por una tecnología a la par del código abierto y, en pocos años, logró apoderarse de la mayoría de la cuota del mercado móvil pero esto no se logra sin una comunidad de desarrolladores y pienso que, en parte, esto se debe gracias al código abierto que ayuda a generar nuevos desarrollos, a competirle a los mismos grandes -como lo han hecho las comunidades hackers como XDA- y lograr ya dispositivos separados de Google como Cyanogen. Todo esto, para mí, es algo bueno porque genera posibilidades de diversidad, competencia, innovación y, sobretodo, opciones de privacidad y separación de estos grandes hermanos en el mundo del software. En resumen, creo que es un buen momento para las tecnologías abiertas pero, sin duda, existen.