Por: Ricardo Ambrosig
Política, activismo e informática se mueven a una velocidad increíble en estos días de hiperconectividad y noticias a cada segundo. ¿Qué punto en común pueden tener los tres? La necesidad de comunicación urgente.
Al definir al activista se lo puede incluir como aquel que se mueve por una causa, el que tiene una intención específica en causar un cambio económico o social en su propia comunidad y el uso de la informática es una herramienta fundamental en la comunicación y si ese activismo entraña riesgos lo mejor es no depender de nadie y ahí es donde entra la parte técnica.
Internet y el mundo de los celulares no son seguros para nada, hay demasiados oídos y ojos pendientes de cada dato o palabra suelta que no encaje en un patrón establecido por los programas dedicados a rastrear las redes. Para tener cierto grado de independencia (de nada sirve declamar una actitud libertaria si se depende, por dar un ejemplo, de Windows) es preciso contar con las herramientas como navegadores, redes y –lo mejor- un sistema operativo propio que le diga al mundo “aquí estamos y no dependemos de nadie”.
El pilar de esta suerte de ‘independencia’ lo da el software libre y sobre todo Linux con sus numerosas distribuciones (así se llaman a las diferentes versiones de este sistema).
Uno de los grupos más activos en Internet es el Ejército Electrónico Sirio, que en los últimos tres años atacó a múltiples agencias de noticias a las que ha acusado de distorsionar información y que ahora, decidió anunciar a SEANux, su propia distribución Linux.
Reuters, Associated Press, The Washington Post, CNN, The New York Times, Huffington Post, Twitter… hasta la página de reclutamiento de los U.S. Marines y la cuenta de Twitter del Club Barcelona recibió la atención del Ejército Electrónico Sirio por lo que se descarta que sean improvisados.
La mayoría de los gobiernos y las cadenas de noticias han identificado al Ejército como un grupo alineado al gobierno de Bashar al-Assad, del cual estaría recibiendo soporte económico y técnico. Más allá de sus intenciones reales, el Ejército Electrónico Sirio sorprendió a más de uno en su cuenta de Twitter al anunciar el inminente lanzamiento de una distribución basada en Linux llamada SEANux y las novedades se terminan allí.
No hay datos técnicos de ninguna clase, ni imágenes. De hecho, lo único que se ha visto de SEANux hasta ahora es un logo dedicado. No es la primera vez que un grupo de hackers explora la posibilidad de lanzar una distribución propia Linux. No sorprende ver a Linux transformado en una expresión política. Cuba tiene a su sistema operativo Nova, un derivado de Ubuntu. El Red Flag Linux chino desapareció después de haber sido desarrollado por trece años, y Corea del Norte distribuye en su territorio al Red Star OS que se filtró en febrero pasado.
Tal vez sus creadores deseen postular a SEANux como el Linux sirio. O puede que sea una maniobra de distracción para preparar algo mucho más grande. De un modo u otro, la única alternativa es esperar hasta que se publique. El Ejército ha dicho que el código de la distro estará disponible para cualquiera que desee auditarlo, y probablemente alguien se tome la molestia, pero aún si fuera seguro, ¿qué tendrá de diferente para ofrecer?